Los cretinos: Te lo avisa Roald Dahl, si tienes malas ideas…

Posted by   lenguaverde   |   Categories :   Biblioteca Lengua Verde

Después de un periodo de silencio (bastante prolongado, por cierto), volvemos a retomar nuestro querido blog. Debemos excusarnos con nuestro público, es cierto. No es que seamos un poco vagos ni nada por el estilo (aunque a veces nos gusta descansar un rato con un buen café entre las manos). Es simplemente que estábamos en otras cosas y no encontrábamos tiempo para sentarnos a escribir este blog, lo cual es una paradoja para nosotros, que nos dedicamos precisamente a escribir. En fin, que hemos vuelto y ya está. Esperamos que os sigan gustando nuestras propuestas.

La de hoy no tiene desperdicio y se lee de una tacada. Se trata de ‘Los Cretinos’, una obra corta de Roald Dahl, que vuelve a mostrarnos lo malos que son los adultos cuando se lo proponen. Este pequeño libro, que supera por poco las cien páginas y que está primorósamente ilustrado por el bueno de Quentin Blake, recoge los avatares de la familia Cretino, que goza de ese calificativo no sólo por apellido, sino también por aptitud. Él es un barbudo «cochino y maloliente» y su querida esposa, que no se queda atrás, destaca por su ojo de cristal, su maldad reconcentrada y su fealdad ganada a pulso.

«Si una persona tiene malas ideas, empieza a notarse en su cara. Y cuando esta persona tiene malas ideas cada día, cada semana, cada año, su cara se va poniendo cada vez más fea hasta que es tan horrible que apenas puedes soportar mirarla», narra en ‘Los Cretinos’ el escritor inglés de origen noruego, del que ya os hemos hablado en otras ocasiones.

Estos dos maledicentes dedican su tiempo a plenear trastadas el uno contra el otro, a cada cual más horrible y disparatada. Si su maldad se quedara ahí, no habría nada más que objetar. El problema es que les gusta maltratar a todo aquel que se cruza en su camino, como a la familia de monos que tienen encerrada y a la que obligan a vivir cabeza abajo, o a los pájaros que cazan todas las semanas para hacer un rico pastel con ellos.

Si quieres saber el final, tendrás que leer el libro o cualquier otro de Roald Dahl, pues son tan ingeniosos y divertidos que generan adicción. Sólo podemos advertiros de que, si no os comportáis bien, acabaréis como la familia Cretino, con la barba llena de restos de comida y feos de solemnidad. Quedáis avisados.

Lengua Verde Libros

14 febrero, 2016